Poemas Ingratos y Otras Cosas

Corazón Bonsái

quería que escribieras acordes en los espacios para reconocerte y recordarte. para no olvidar que no te olvido. talvez inventar melodías en los silencios y letras para que no te salvaras.

una pluma empeñada en un papel sin intención, quizás una mañana despertando en tí. algo con destinatario guardado tímidamente en un cuaderno que nunca entregaré.
una maleta mal hecha en mi cabeza, pensando en volver a tu lado y por si decides que ya no soy bienvenida.
un paso tras otro y una calle familiar que me separa del pasado pisado que quiero volver a renacer, ¿tan difícil es cambiar un corazón bonsái?
una antigua flor reposa como siempre en las miradas, en esperar una reacción, en los caminos que quizás nunca más serán tocados.

todavía hay una niña en la memoria que clama por arriesgarse, cuando en poco tiempo la madurez la calla y le reprocha ingenuidad.
flashes en blanco y negro de tiempos pasados que saben volver a pedazos son los que provocan un terremoto en el alma y la razón.
tazas, café, ojos y poesía en el ambiente, en tí, en lo que escribo con tinta roja de nostalgia, en lo estúpidamente equivocado por seguir esperando.
descolgarme de la ansiedad y gritar que no exista conformidad, porque extraño sonreír por tener tus conversaciones.

y cómo se va recordando y gastando papeles. y cómo pasan los años cuando te das cuenta que el tiempo ya no da abasto para el que aparezcas.

y cómo pareciera no afectar el curso de las cosas. de pronto se detiene todo cuando cruzan las energías y se vuelve a soñar.

sueños aparecen entre las nubes y caen como lluvia a su verdadero dueño. al que ha sido siempre y al que siempre será hombre de corazón bonsái.