Sunday, July 30, 2006

Desentrañar los pedazos.....
A veces quisiera desgarrarme de a poco. Sacar cada pedazo de melancolía que atrapa sueños, destruye alegrías y tienta a rellenar lágrimas para evitar el olvido. Otras ocasiones, menos extremistas, pero no por eso menos drásticas, quisiera volver a empezar, a sentir esas intenciones altruistas de dar sin esperar, de vivir sin tener que existir y de encontrar esas indispensables razones que dejaban al corazón abierto y a las ilusiones indefensas.
Tentar al destino a caer en mi fortuna, sería aplazar mi no- enfretamiento hacia mis propias soluciones. No obstante, mi cobardía recae y se conforma en luchar de día, mas no en períodos. El intento es pobre, dejar pasar a los agresores de la estabilidad es más cómodo que levantar mi mano en signo de poder y decir: "BASTA". Puede ser que deje de creer en mí más tiempo en que el yo dejó de creer en mí misma.
También cerré los ojos por un momento, porque dicen que en la oscuridad y en completa soledad, se puede, a veces, hallar una fórmula que soporte tantos problemas. ¿Desde cuándo la falta de valentía no ha provocado que ingenuamente crea que, de brazos cruzados, el tiempo no cura las heridas o que soy un fraude de mis propias virtudes? ¿será que tampoco me encuentro tan inútil como lo describo, pero aún así poco osada?

Quitar los cimientos que impiden que mis pies salgan a flote, las cenizas del fuego que se extinguió mientras el viento desataba su furia contra la leña. Eliminar las telarañas, despertar y levantar los brazos, que no sea uno el que alce su puño inspirado en fortaleza, sino dos árboles que echan sus raíces y mantienen su posición y poder. Encarar el triunfo y las derrotas, poseer el don de levantar y sostenerme mi cabeza cabizbaja. Aferrarme a mis hermanos de vida, a los sucesos, a las entrañas, a lo esencial, a lo superficial...

Desgarrar en fin, lo que en un barco impide que navegue más fuerte y rápido, todo lo que sobre y que no es importante, todo lo que me detenga y me frene ante la mira del horizonte. Todo lo que no sea suficiente y lo que atente a formar una identidad íntegra y placentera...



Monday, July 17, 2006

Un poquito...

Son esos momentos en que te pierdes. En que te pido que partas, porque la lejanía crece mientras estás más cerca. No es una carta de amor, sólo un recado para que el alma debe de refregar estaciones melancólicas en un episodio que nunca acontecerá. Aún así, se te espera en aquellas tormentas matutinas que amenazan con destruir la estabilidad. Se anhelan esas confidencias entre miradas, algunas que otras sonrisas traicioneras, un sueño colectivo y un lazo que ate las manos perpetuas en un silencio cómodo y nuestro.

Pero recuerda que todo queda en el tiempo, en el cielo y en un recuerdo atrevido que osa escarbar como intruso. A la cuenta de números infinitos, el tiempo dictará que todo finiquitó, se estancó y murió. No así una flor desgasta su aroma, sino un corazón que se pudre por tanta mentira o utopías más que inalcanzable.

Sin querer tu luz terminó por cegarme. Y yo sin ojos, ni verdades palpables, continué mi camino aferrada a tí como un bastón. Eras el alcance de lo real, lo más cercano a lo que creí perfecto y si no era tan así, también lo aceptaba como único. Teniendo en cuenta que cometimos el error de aferrarnos como náufragos a la salvación, sin esperar tierra firme, te pido que continúes en tu bote, porque yo me lancé a recorrer el mar.



Se le agradecen los sacrificios, las historias, las anécdotas. Se le extraña bastante, aunque con otros sentidos retorcidos. Se le olvida de a poco y sin ganas. Se ve que está lejos, pero aún lo tengo a mi lado. Se le estará recordando en este recado, sin intención de carta, incluso cuando piense que no es así y yo tampoco.

Wednesday, July 05, 2006

Caballero:


Yo no quiero que me quiera,
no espero que me entienda.
Sólo necesito que me mire a los ojos
y cree una mirada fantasiosa.
Que sepa que estoy en malos días,
y deje que la lluvia gotee fuera de casa.
Mientras usted destapa el sol
entre las nubes negras.
Aprenda a escuchar lo que no le interesa,
pero no caiga en hipocrecías ni en cinismo.
Yo necesito de tu tercadez
y no de su eterna timidez.

Sea sutil en sus palabras,
no caiga en la cursilería.
Tenga en cuenta las circunstancias.
Si quiere se calla y me regala un abrazo.

Deme a conocer sus sentimientos,
porque su indiferencia ya no da abasto.
Si lo suyo es tan sólo amistad,
que se cambie el título de señor en la carta,
y empiece a dirigirse como el compañero que es.

{vale..en todo sentido..}
{Volvemos a caer- Gonzalo Yáñez}
Volvemos a caer en la complicidad,
un beso es un tal vez
contrario a un final.
Te vuelvo a mirar
me culpas de no estar en tu lugar
pero hay heridas
que aunque se escondan, nunca se olvidan.
Ojos que quisieron mirar
corazón ciego encerrado,en un placard, que prefirió
morir que verle llorar.
Sigo pensando en alguna salida,
para olvidarme de ti
nunca pensé que un segundo a mi vida
un beso la fuera a cambiar.
Volvemos a caer, como una noche más
me pides que sea yoy me quieres cambiar.
Quisimos enterrar este jodido amor,
mas de una vez
pero en las tumbas
entierran cuerpos nunca destinos.