Monday, July 17, 2006

Un poquito...

Son esos momentos en que te pierdes. En que te pido que partas, porque la lejanía crece mientras estás más cerca. No es una carta de amor, sólo un recado para que el alma debe de refregar estaciones melancólicas en un episodio que nunca acontecerá. Aún así, se te espera en aquellas tormentas matutinas que amenazan con destruir la estabilidad. Se anhelan esas confidencias entre miradas, algunas que otras sonrisas traicioneras, un sueño colectivo y un lazo que ate las manos perpetuas en un silencio cómodo y nuestro.

Pero recuerda que todo queda en el tiempo, en el cielo y en un recuerdo atrevido que osa escarbar como intruso. A la cuenta de números infinitos, el tiempo dictará que todo finiquitó, se estancó y murió. No así una flor desgasta su aroma, sino un corazón que se pudre por tanta mentira o utopías más que inalcanzable.

Sin querer tu luz terminó por cegarme. Y yo sin ojos, ni verdades palpables, continué mi camino aferrada a tí como un bastón. Eras el alcance de lo real, lo más cercano a lo que creí perfecto y si no era tan así, también lo aceptaba como único. Teniendo en cuenta que cometimos el error de aferrarnos como náufragos a la salvación, sin esperar tierra firme, te pido que continúes en tu bote, porque yo me lancé a recorrer el mar.



Se le agradecen los sacrificios, las historias, las anécdotas. Se le extraña bastante, aunque con otros sentidos retorcidos. Se le olvida de a poco y sin ganas. Se ve que está lejos, pero aún lo tengo a mi lado. Se le estará recordando en este recado, sin intención de carta, incluso cuando piense que no es así y yo tampoco.

3 comments:

Anonymous said...

que te puedo pedir que no de yo...
todo anda mal, muy mal...
como puedo yo parar, esto parece no tener final...

Andrea Hartung said...

podrias decir...
...con toda razon...
que fue demasiado el tiempo que yo...
j
jajajajajjaajajajja

ahora se postea asi!

anyways
si tu entrada fuera mia, estaria dedicada a todos aquellos que tanto importaron alguna vez, en especial a "los" que importaron tanto y que ya ni se ven...
porque se extrañan aquellas cosas y situaciones que aunque no te gustaban, se habian vuelto cotidianas...
porque echas de menos que te vayan a pedir cigarros qa tu casa y se coman todo tu refrigerador...y aunque eso te daba rabio entonces, hoy, esperas todas las tardes a ver si llega y te dice: cigarro si?

Sole Vargas said...

Anti_perna, ya descubrí que usted es usted! En realidad lo sospechaba, pero ya la descubrí...
Siga con su poesía... hace bien para el alma... A veces, yo también me he sentido así...
Saludos desde Lusitania 68