Poemas Ingratos y Otras Cosas

Qué escribo cuando escribo

Hay veces que me siento como montaña
y otras como depresión en las nubes.
Las letras surcan realidades paranormales,
mientras el corazón desea respirar fuertemente para seguir viviendo.

No es sentimentalismo, desahogo, ni lágrimas fallidas.
Es el amor a los atardeceres, una pasión por las utopías
y un camino a la libertad de expresión.
Es el amigo que nunca se cansará de escucharte.

Es el vuelco a uno mismo,
a la búsqueda de un lugar que sólo uno conoce.
Escapar de lo terrenal,
para anhelar volver a estar ahí.

Qué se escribe cuando se escribe;
se plasma una estela de explosión emocional,
se escribe el silencio y los sonidos del mar,
los fracasos y las victorias fallidas, pero con ansías de superar.

Ha sido un largo camino,
pero pareciera que nunca será suficiente.
Siempre habrá paisajes que borrar,
o luces que prender.
El destinatario no se cansa de encender musas
al retrator que nunca se cansa de plasmarlas.

Hay algo oculto en toda emoción,
una debilidad que queda como vestigio en un papel.
Cenizas de una llama,
que no vuelan sino es con el soplo del autor.